La Gimnasia dulce que baja de peso



 Cuando la dura batalla contra los kilos extras ha comenzado, este revolucionario estudio que mezcla ejercicios de Pilates focalizados con una dieta diseñada a medida, promete no sólo hacernos perder el peso que nos sobra sino que también mantenernos en nuestra talla adecuada sin mayor esfuerzo.

Por: Susana Rojas S.


Septiembre no sólo es sinónimo de primavera, de fiestas patrias y de alergias, sino que también es la partida oficial de una frenética carrera por perder todos los kilos sumados en el invierno y reforzados entre tantas empanadas, asados y anticuchos.


Los gimnasios de todo Chile ven desbordada su capacidad y las dietas de dudosa coherencia que inunda la red, encuentran su sentido en este frenesí que nos invade a todos.


¿Pero cuánto hay de lógico en todos estos esfuerzos por alcanzar el peso ideal?

 Perder el aliento en una clase de spinning o matarse de hambre a son de hojas de lechuga, ¿son realmente la panacea para lucir abdominales esculturales en tan sólo tres meses?


Según un reciente estudio publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) la única forma efectiva y validada para lograr el peso ideal, es equilibrando la cantidad de la ingesta calórica con una rutina de ejercicios que permita quemar aquellas calorías que nuestro cuerpo no consume. Es más, la OMS plantea que el mayor desafío que posee como entidad, lo constituyen las muertes prematuras y la discapacidad física y mental resultante de las enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT), y que la relevancia en la relación entre dieta, nutrición, actividad física y estas enfermedades, especialmente la obesidad, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, algunos tipos de cáncer y la osteoporosis, es altísima, alcanzando un preocupante 70 por ciento. De esta forma, lo único que pareciera ser infalible para alcanzar una mejor calidad de vida es el ejercicio, ¿pero qué tipo de actividad física es la más efectiva? Porque si bien todos los nutricionistas y tecnólogos médicos concuerdan que sin actividad física no hay resultados, también sabemos que el mito de matarse con extenuantes rutinas de alto impacto, tampoco sirve.


Las evidencias

A comienzo de los ‘70 varias publicaciones médicas indicaron que el ejercicio era la clave para bajar de peso y mientras más intenso fuese, mejor. Sin embargo, desde los ‘90, las cifras han hablado por sí solas y todo indica que no hay una relación directa entre ejercicio y pérdida de peso. Una masiva encuesta realizada este año por la U. de Minessotta, arrojó que si en los años 80 un 47 por ciento de los consultados confesaba practicar ejercicio con regularidad, en 2009 la cifra aumentó al 57. Sin embargo, las cifras de obesidad son más que elocuentes y hoy, un tercio de los estadounidenses, son obesos y el otro tercio tiene sobrepeso.


En Chile, las estadísticas no son muy diferentes. Según datos del Ministerio de Salud, el 22 por ciento de los adultos es obeso y un 38 tiene sobrepeso.


Más esclarecedor aún, fue cuando a principios de este año, la revista Plos -Public Library of Science- dio a conocer un estudio supervisado por el doctor Timothy Church, de la U. de Luisiana. Contradictoriamente a lo que se cree, el análisis demostró que en mujeres con sobrepeso el ejercicio intenso no las hacía perder kilos, y al contrario, producto de la intensa actividad física, éstas sufrían dolencias y llegaban a sus casas a ver televisión o a dormir, lo que las volvía más sedentarias producto del agotamiento. Además, las hacía experimentar más ansiedad, ya que mientras más intenso es el ejercicio, más hambre se siente. Con estos reveladores datos bajo el brazo, numerosos centros de nutrición de todo el mundo, se arrojaron a la búsqueda de respuestas, y entre ellas, la que más brilló fue la de Pilates Biogénesis.


Investigadores de todo el orbe concluyeron que la mejor forma de perder kilos es realizar actividad física de bajo impacto, pero de forma frecuente y extendida en el tiempo. Es decir, algo que hacían nuestros ancestros, los que no eran maratonistas sino que caminaban y estaban en constante movimiento. “No puedes estar todo el día sentado y luego hacer 30 minutos de ejercicio intenso sin producir estrés en los músculos”, dice Hans Rudolf, neurobiólogo del Centro de Investigación Biomédica de Pennington, EEUU, quien ha estudiado la nutrición humana por más de 20 años.


Bajo este precepto, un equipo multidisciplinario que integra el Centro Pilates Qi, en pleno corazón de Providencia, elaboró un novedoso programa físico.


Basándose en un estudio realizado este año por el INTA, este equipo compuesto por la nutricionista Lorena Sandino, Daniel Araya, Profesor de Educación Física y especialista en sobrepeso y Rodrigo Abett, también profesor y Director de Pilates Qi, diseñaron un método sin igual que ya ha mostrado sus primeros resultados en menos de dos meses de su puesta en marcha. Su nombre: Pilates Biogénesis, un programa integral que, a través de la práctica del método Pilates reforzado con alimentación saludable y equilibrada, permite de forma natural una rápida pérdida de peso.


Por medio de una completa evaluación nutricional, se diseña un programa específico de Pilates con la finalidad de que el alumno, alcance el bienestar físico, mental y emocional. Además de lograr el peso adecuado a su contextura y mejorar en poco tiempo el estado físico con sus consiguientes beneficios estéticos, este revolucionario programa permite subsanar aspectos trascendentales en la salud, gracias a una importante disminución de la grasa corporal (abdominal) y aumento de la masa muscular. Básicamente, el sistema consiste en dos a tres clases semanales de Pilates Studio personalizado, para que el alumno trabaje con un plan específico en función de sus objetivos y capacidades. De este modo, el exceso de peso y el fortalecimiento de la musculatura se logra gracias al trabajo con resortes que se realiza en esta disciplina lo que posibilita la regeneración mitocondrial, proceso clave en la oxidación y quema de grasas. Asimismo, el programa contempla 4 consultas nutricionales con el fin de desarrollar paralelamente al entrenamiento, el mejor plan de alimentación en relación a las necesidades de cada alumno.


Además de conseguir resultados estéticos visibles en muy poco tiempo, la práctica continua y bien ejecutada del método Pilates permite: tonificar y elongar glúteos, muslos, abdominales y dorsales; mejorar la flexibilidad y la movilidad muscular; aumentar la fuerza y la elongación del sistema músculo-esquelético; tonificar y adelgazar el cuerpo logrando una mejor figura; aumentar la fortaleza y resistencia física y mental; aliviar dolores de espalda, entre otros.


Así que si usted es uno de los que ya comenzó a expiar las culpas que le dejó este invierno, le invitamos a probar esta rutina de ejercicios consciente, moderada y una dieta basada en sus necesidades.